Translate

domingo, 7 de julio de 2013

Por vosotros.


La vida me puso en mi lugar.
Y lejos de victimismos, no tiene por qué ser algo negativo. Creo que cada persona termina teniendo lo que se merece y lo que construye. Para lo bueno y para lo malo. Crea amor y obtendrás amor, crea odio y tendrás odio.

En mis noches más oscuras y en los días más largos, he tenido la suerte de aprender a disfrutar con lo más insignificante. Dentro de mis innumerables defectos, también reside alguna virtud, y hay una que me crea más orgullo que las demás.- Suelo encontrar la felicidad en los pequeños detalles. Y creo que es una ventaja.

Una canción, un café, un libro, una peli, un paseo, una agradable conversación, el sol, una borrachera, una noche mirando las estrellas, un hospital, un concierto, una sorpresa inesperada, un lugar nuevo por descubrir, una siesta, un baile, una cena, un helado, conducir, ver a un niño pequeño jugar, la playa, un atardecer, Gran vía, una poesía , una locura.

Con la soledad aprendes a descubrirte, algo necesario en algunos momentos de tu existencia para dirigir tu vida hacia donde quieres, o simplemente porque es bonito pasar tiempo con uno mismo...

Pero qué serían de esas pequeñas cosas sin nadie con quien compartirlas.
Siempre acabas recomendando ese libro, esa peli y esa canción, o tirando a alguien de los pelos para que vaya contigo a un concierto. Alguien con quien flipar por el último capitulo de una serie. Alguien con quien recorrer tu ciudad, con quien viajar, alguien con quien llorar una noche o con quien reír tras varias copas.

Por eso debemos cuidar a nuestra gente.
Una vez aprendí de Albert Espinosa que cada persona de este Mundo es única, incluso me lo dijo personalmente. Por eso creételo si alguna vez te lo dicen, es verdad. Cada uno tiene algo diferente que ofrecer. Una visión y un modo de vida.

Los amigos de siempre, los que formas mientras creces, los que te vas encontrando por el camino y se quedan, compañeros del colegio, de universidad, de trabajo. Colegas de borracheras, amigos de hobbies, de verano, amigos de amigos, el mejor amigo, tus amarillos...
Ésos que se quedan en tu vida sólo segundos pero te dan más que muchos que permanecen eternamente. Los que fueron amigos y te dejaron mil recuerdos pero ya no y los que fueron algo más que amigos...

Cada uno en su escala, más o menos importantes, pero necesarios. A los que ya no están, por el motivo que sea, guárdales un bonito recuerdo (al fin y al cabo un día estuvisteis unidos...)
Si alguna vez vuelven, brinda una oportunidad, o haz tú para que vuelvan, si crees que merecen la pena. Creo en las segundas oportunidades y que todo el mundo tiene derecho a una, pero no creo en las terceras. Si tras intentarlo se vuelve a ir, LET IT GO.

Y a los que se quedan cuídales. A los que día a día te sacan una sonrisa. Te soportan, te acompañan, y al fin y al cabo, le dan sentido a tu existencia. Todo el mundo ha conseguido sobrevivir tras la ruptura de un novio/a, al mal de amores, y muchos pasan largas temporadas sin ese tipo de amor. Pero no conozco absolutamente a nadie que haya podido sobrevivir sin un amigo.

El amor de una pareja es algo maravilloso, el de un amigo imprescindible.
Personalmente tengo la suerte de contar con toda clase de amigos. De los de verdad, de los no tan buenos, de los que me dan más y los que me dan menos. Dicen que los buenos se cuentan con la palma de una mano, pero nadie habla del resto que son necesarios también, como ya he dicho.

Por ello creo que no es malo compartir cosas con mucha gente, sabiendo siempre su escala, que será más o menos importante, pero también necesaria (repetición x3).
Por eso, te digo, cuídales. No sé tanto de la vida como para dar consejos, pero éstos sé que funcionan:

- Escucha, éso que te están contando es importante para ellos.
- Si alguna vez te equivocas: pide perdón, di que les quieres, pero demuéstralo siempre.
- Actúa en consecuencia, pero actúa. Acta non verba.
-Y perdona siempre.
-Y llénate de vida.

A todas y cada una de esas personas que me han hecho reír alguna vez, en algún momento o en un segundo. Con todos aquellos con los que he compartido algo, hasta lo más insignificante y los que día a día me seguís enseñando...
Siempre tendréis por mi parte un eterno gracias. Os quiero y os respeto. De una forma u otra, lo hago de verdad.

No se me ocurría mejor manera de explicarlo, hoy escribo por vosotros. Y sueño con que cumpláis vuestros sueños como yo voy a cumplir el mío.


B.