Esta es otra posible historia de
chico-conoce-a-chica.
Ella tenía la manía de enamorarse 5 ó 6
veces al día, de viajar en cuestión de segundos, de aferrarse al tiempo como su
mejor aliado y su peor enemigo, de vivir intensamente. De perder la cuenta
contando sus lunares. De sacarle de quicio y morderle sus labios. Respiraba tan
fuerte que también se llevaba su aliento. Tenía por costumbre compartir sus
sueños.
Él llevaba tiempo soñándola, disfrutaba
con verla cantar, siempre inventaba una y mil razones para volverla a ver. Se dejaba el alma
con tal de hacerla temblar. Su manía era vivir solo, pensar que todo tiene un fin y una caducidad. Se agobiaba por cumplir sus sueños.
Esta podría ser otra típica historia de
chico-conoce-a-chica.
Si no fuera porque estaban acojonados;
Si no fuera porque él tenía la manía de
odiarla.
Le hacía perder la noción del tiempo y de su vida.
Le hacía perder la noción del tiempo y de su vida.
Pues, a pesar de todo, le estaba volviendo
loco.